Indudablemente
vivimos tiempos muy importantes de cambio que nos llevarán a todos a algo
nuevo.
A pesar de las
cosas inusuales que suceden, muchas personas se han olvidado de la existencia
de su Padre Celestial, así lo han decidido por su libre voluntad. Y es una
lástima porque en estos tiempos es cuando más necesitamos del apoyo y ayuda de
nuestro Maravilloso Padre.
Aunque
millones de personas asisten a distintas reuniones religiosas para orar y
pedir, bastantes de ellas, si no es que la mayoría, continúan siguiendo su vida
con mucha preocupación por el día de mañana. Entiendo esto muy bien, porque así
me sucedía a mí. Entendí lo que es la fe mucho tiempo después, tal vez cuando
me desligué de la religión y de los conceptos arcaicos.
Desde hace
mucho tiempo he estado en desacuerdo en que el término de fe, sea adjudicado a un
concepto como ser fiel a una creencia religiosa y aceptar ésta tal cual es. Con
frecuencia escucho que las personas dicen “yo defiendo mi fe”, en el sentido de
defender su religión, su creencia; de defender el conjunto de preceptos que
envuelven a dicha religión. ![]() |
Imagen fuente: namagazine.es |
Cuando Jesús,
HIJO de Dios Padre, estuvo con nosotros, nos enseñó que la fe puede curar,
mover montañas; que la FE es CONFIAR en DIOS PADRE YAHVÉ, y no en una
religión, en un conjunto de creencias, o en un conjunto de líderes religiosos y
sus interpretaciones.
El verdadero
concepto de fe, no lo puedo percibir en la práctica en distintos líderes religiosos,
tal vez sólo en algunos cuántos. Tales líderes son sólo seres humanos. En
realidad todos seguimos aprendiendo, todos hemos reencarnado, no es la primera
vez que bajamos al mundo y nuestro camino de aprendizaje es bastante largo
todavía.
Hay millones
de personas religiosas. Sin embargo, opino que si hubieran entendido lo que es
la fe, entonces, sencillamente no pasaría lo que está sucediendo ahora:
desesperación, suicidios, mucha preocupación, incertidumbre, enojo, etc… La
manera en que mucha gente está reaccionando en el mundo, es muy similar. El
propio comportamiento de millones de personas en todo el orbe está demostrando
que no confían en su Divino Padre, a pesar de ser personas religiosas. Sólo muy
pocas viven realmente confiadas en nuestro Dios.
Me parece que
millones de personas piensan que si no hay dinero, ¡no hay nada! ¿Acaso su
confianza está depositada en el dinero? Es cierto que el dinero hace falta para
las transacciones cotidianas de bienes y servicios, y en realidad tales bienes
y servicios son los que hacen falta, NO el dinero en sí. El “poderoso caballero
don dinero” que le sirve a un ser humano para manipular a otro ser humano.
Entonces
deberíamos pedir en nuestra oración a nuestro Adorado Padre, no dinero, pero alimento,
un trabajo digno, salud, alegría, bienestar, armonía…
Si vamos a
pedir algo a nuestro Dios, nuestro corazón debe estar limpio y la oración debe ir
acompañada de HUMILDAD, debe hacerse con fe, es decir confiando que nuestro Padre
nos está escuchando porque somos Sus pequeños hijos solicitantes (no
unos “pecadores” como nos rebajan los líderes religiosos), pero somos Sus hijos
que recurren a su Padre en estos momentos duros.
Y ¿cómo nuestro Padre
Omnipotente, –Creador de Planetas, de billones de Estrellas, de un Infinito
Universo, lleno de un enorme poder– no nos concedería el pan del día de hoy?
Sabiendo además que Él cuenta con miles y miles de Colaboradores Celestiales,
que son el Mundo Espiritual, para poder ayudarnos hoy. ¿Qué cómo lo hará
si no se ve nada en el horizonte? Pues, tranquilos, en nuestro nivel, en
nuestro plano material de tercera dimensión no se ve nada, es muy cierto. Con nuestra
mente y ojos materiales ¿cómo nos atrevemos a intentar ver lo que Él ve? No obstante, en Su nivel Celestial HAY
SIEMPRE MÁS DE UNA SOLUCIÓN a nuestra petición, a nuestro problema, a nuestra
situación.
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¡PADRE YAHVÉ CONFIO EN TI! Imagen Fuente:blogs.paxtv.org |
Todo pasa por
algo, tal vez estas duras experiencias que estamos experimentando nos sirvan
para mejorar como seres humanos actuando positivamente, y nos hagan fortalecer
la fe si así lo decidimos, de lo contrario nosotros mismos provocaríamos un
caos interno y por lo tanto externo también.
Yo menciono todo
esto porque ya nos sucedió a nosotros, a mi familia y a mí. Durante muchos años,
hemos visto cómo se presenta la ayuda Divina o la solución al determinado
problema, el cual surge prácticamente de la nada, cuando menos lo esperábamos y
de la manera que nunca nos hubiera pasado por la mente. Tal vez la ayuda tarde,
pero llega. ¿Cuándo? Cuando lo decidan Arriba, ¡no cuando nosotros lo exijamos!
Así que ¡MUCHO
ÁNIMO! hermanas y hermanos del Planeta Tierra, sigamos poniendo nuestra CONFIANZA
EN NUESTRO PADRE DIVINO Y EN SUS COLABORADORES CELESTIALES, Quienes nos cuidan
y protegen si de ello estamos convencidos.
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Imagen fuente:despertandoconciencias-main-hiu.blogspot.com/hermandadblanca.org/naturalezaenarmonia.mx |
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