Ya sea en las tierras lejanas de
oriente, en Europa o en el continente americano, uno se pregunta: ¿dónde se
dice la verdad? Lo que expresó el ciudadano de Wuhan (Parte 1), no resulta
ajeno a las personas que vivimos en otros países, son situaciones bastante
parecidas, por no decir iguales: deudas, pagos, altos costos, impuestos.
No se trata de
partidos o sistemas de gobierno, y ni hablar de grupos de élites-controladoras.
En realidad todo esto se trata del deplorable nivel de conciencia de la gran
mayoría de los seres humanos, no sólo de los que ocupan los altos puestos del
gobierno, sino también de los habitantes de este Planeta.