EL LLANTO DE LA MADRE NATURALEZA

            

         Ante la serie de catastróficos eventos naturales que se observan en el mundo, poco a poco crece cada vez más el número de personas que no quieren ignorar el gran problema que representa el pésimo trato que le hemos dado a la Madre Naturaleza.

El gran problema como lo es la gran contaminación de nuestros recursos naturales básicos, lo cual hemos permitido nosotros, los propios hijos de nuestro Planeta Tierra, es un hecho que enfrentamos ahora con mucho pesar al no haber reaccionado a tiempo.

Aunque vamos muy retrasados en llevar a cabo los planes para solucionar el problema, es muy bueno ver que se han tomado ciertas medidas por parte de los gobiernos. Sin embargo los gobiernos podrían hacer mucho más, si hablaran menos y actuaran más, eso todos lo sabemos de sobra. Es increíble que existan tantos “peros” en la toma de decisiones importantes.

Imagen:joemonster.org

Es fácil darnos cuenta de lo dolida que está la Madre Tierra. El Ser Vivo que nos alberga en este viaje por la vida en la materia. Sus lamentos de dolor los hemos estado observando desde hace algunos años. Aunque es un hecho que ciertos disturbios por los que pasa nuestro hermoso Planeta se deben también a la influencia del planeta Nibiru, el cual ya se acerca más, después de haberle dado la vuelta al Sol durante algunos años. En verdad la Tierra habría estado mucho más protegida con la ayuda de los Seres que nos han tendido la mano. Pero no, nosotros los seres humanos, nos hemos comportado como niños testarudos, hemos sido tan arrogantes, egoístas y despreocupados, que ahora SE NOS DEVUELVE TODO LO QUE A LA MADRE NATURALEZA LE HEMOS DADO.

            Los árboles, animales, ríos, océanos, montañas…, está resintiendo la gran emisión de gases, derrames de petróleo, uso de insecticidas, detergentes, acumulación de plásticos, etc., etc. Todo ello refleja nuestra falta de cuidado, amor y atención hacia la Naturaleza. No es raro que los tsunamis estén devolviendo a las costas el producto de nuestra despreocupación.

            Todos somos cómplices de esta contaminación, pero nos rebasan las grandes corporaciones con sus desconsiderados grandes “accidentes”, como los derrames de hidrocarburos, entre muchos otros. La Madre Naturaleza gime, se lamenta, nos grita: ¿por qué, por qué me han hecho esto?

            Ahora no podemos darnos el lujo de decir “no me interesa”, porque esos venenos nos están afectando a todos, a millones de personas, niños, animales… Si en verdad amamos a la Madre Naturaleza, podemos hacer mucho por ella. En primer lugar es necesario estar conscientes de la gravedad del asunto y debemos –actuar–. No podemos esperar a que alguien empiece…, porque en verdad cada uno de nosotros puede hacer aunque sea algo, pequeño o grande pero algo. Nuestra actitud puede hacer tanto…

            Existen distintas actividades que podemos realizar sin pertenecer a ninguna organización para ayudar a nuestro querido Planeta. Por ejemplo sabemos que podemos separar la basura y hacer compost para nuestras plantas, podemos llevar nuestra bolsa de tela para hacer las compras, limitar el uso del coche, ahorrar agua, reutilizar papel para hacer notas, etc., pienso que todos estamos familiarizados con estas sencillas actividades.

            Si continuamos despertando, abriendo nuestra mente, actuando ya, todo ello se reflejará tarde o temprano. El tiempo de las palabras ya se acabó, poner en práctica incluso esas sencillas soluciones, hará la diferencia.

            Cuando nos decidamos a participar, nuestra pequeña acción, se unirá a otras y se hará una acción grande. Notaremos los cambios y tendremos la satisfacción de que en verdad estamos actuando en favor de la Creación, y nos encantará sentir y vivir en esa hermosa vibración de gran armonía con nuestra Madre Tierra.
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