HACIA UN GRAN CAMBIO

Desde hace mucho tiempo se viene anunciando un gran cambio para la humanidad, esto no tendría que ser algo sorpresivo para nadie si tan sólo la gran mayoría de las personas se interesaran en los asuntos espirituales. No me refiero precisamente a asuntos religiosos, ya que a pesar de que existen tantas religiones, la humanidad se ha dejado arrastrar por un camino arduo para conseguir metas meramente materiales, cayendo en el gran caos de conciencia que se puede observar por todos lados.

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          Por parte de los textos sagrados entregados a la humanidad, desde hace ya bastante tiempo, se sabe que vendría el Fin de los Tiempos. Esto no significa que habrá un exterminio total de la raza humana, aunque por nuestro comportamiento humano así fue considerado alguna vez por los Seres Espirituales Superiores. Esta etapa denominada –Tiempos Finales, el Apocalipsis, al Tiempo del no Tiempo, el Inicio de una Nueva Era–, es necesaria para evaluar un largo periodo de tiempo de observación que ya ha concluido. Desde el tiempo en que nuestro Maestro Jesús vino a la Tierra, han pasado dos mil años. Este fue el tiempo concedido por nuestro Amado Padre Supremo para que tomáramos conciencia de quién somos y reconsideráramos nuestro comportamiento ante el prójimo.

En cambio, en la mentalidad de una gran cantidad de seres humanos ha predominado la idea de que recibió la vida para hacer lo que se le antoje, pero se olvidó de los principios divinos, se olvidó de Dios mismo. Otras cuantas personas alimentaron la falsa ilusión que podrían ejercer un control sobre los demás, y engañaron a muchos millones de incautos con falsos regalos, convirtiéndoles de este modo en sus fieles sirvientes para sustentar un vil sistema. Tales incautos, tan hipnotizados por “todo” lo que al parecer ofrece el dinero, han puesto a éste como el objetivo prioritario de la vida.

Desde hace mucho tiempo, los seres que se adjudicaron el liderazgo del vil sistema que idearon, en su absurdo enorme ego han tenido la osadía de aprovechar el marco del Apocalipsis para tramar un nuevo sistema al que le quieren llamar el “nuevo orden mundial”, “reseteo” o la “nueva normalidad”. En su gran ingenuidad, piensan que tendrán asegurada una larga estancia en la Tierra. Sin embargo desconocen su verdadero fatal destino decidido por ellos mismos.

Así que, estamos ante una serie de grandes cambios en un mismo periodo de tiempo. Entonces, ¿cuáles son los cambios dirigidos por la Divinidad y cuáles son los cambios que el hombre egocéntrico quiere hacer? ¿Dónde están? Las respuestas a estas preguntas están en cada uno de nosotros, hallarlas representa un arduo trabajo, sin embargo es indispensable hacerlo. Opino que las personas que se han arrodillado a servir a este sistema materialista de vida, son las que están más desinteresadas en saber estas respuestas, porque para ellas, este sistema es su única realidad, es decir, fuera de la forma de vida actual para ellos no hay otra.

Todas las personas que deseamos en verdad un mundo mejor tenemos mucho trabajo por delante. Los grandes cambios son elocuentes, sin embargo, si trabajamos en la apertura de nuestra conciencia sabremos aprovechar muy bien este tiempo para avanzar espiritualmente. Sabremos tener la mente despejada y seremos capaces de atender la Intención Divina. Los comentarios pesimistas que como avalanchas y tsunamis corren de un medio de comunicación a otro, no hará ningún efecto en nuestra postura firme y será más fácil tomar las correctas decisiones en nuestra vida.

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